Recuerdo que durante muchos años dije que si algún día escribía un libro lo titularía Azul, nunca pensé que se quedaría en solo un apunte de un blog...y no es que ser un apunte de blog no tenga su importancia, por que si cabe, la tiene más que un libro mediocre, pero lo que antaño era un sabor dulce en boca desgastada, ahora es una bocanada de recuerdos agradables se tornaron de un azul añil....
En el azul solté mis recuerdos de un mar embravecido que azotaba las rocas de los acantilados de Con Con, el azul casi blanco arrastró mi sentir por toda la 
cordillera andina, impregnándola de mis viscerales sensaciones. En el azul quedó el cielo que acariciaba la Aconcaua justo cuando parecía querer tocarnos la panza de nuestro pájaro plateado con su cumbre.....en el azul se quedaron las puestas de sol en Viña del mar y Valparaiso....
cordillera andina, impregnándola de mis viscerales sensaciones. En el azul quedó el cielo que acariciaba la Aconcaua justo cuando parecía querer tocarnos la panza de nuestro pájaro plateado con su cumbre.....en el azul se quedaron las puestas de sol en Viña del mar y Valparaiso....Y con todos esos azules quise dar inicio, hace muchos años, al libro que un día prometí escribir.
Sin darme cuenta, el azul se fue quedando en un fondo de cajón de escritorio, a su vez los colores cálidos tomaban más importancia en mi vida. La llené de naranjas y verdes, de rojos, de blancos y de algún negro para contrastar, aunque jamás de gris.....y el azul se fundió en mis recuerdos.
Pasó el tiempo, los años para ser más precisos, y un día de invierno lo sentí llamarme desde el fondo de mi viejo cajón de escritorio, le pregunté que como que se acordaba ahora de mi y con la frialdad que le caracteriza en su gama cromática, me contó sus intenciones. Pretendía volver a tomar importancia en mi vida, que quería añadirse de nuevo a mi paleta de colores...así que después de unos días de reflexión le dí paso de nuevo, le permití mostrase de nuevo en su plenitud, pero con una sola condición . Aprender a revolcarse con el resto de colores, para crear, solo crear, otros tonos nuevos, brillantes, llenos de luz, de vida, de fuerza...
Y entonces se asustó, me contó que con el tiempo y la falta de luz perdió su luminosidad, se tornó más oscuro, más triste, menos amable... perdió el referente que le unía a sus esperanzas de ser el título de un libro, mediocre o no.
Le conté de la importancia que tienen los recuerdos en nuestra vida, le conté lo grande que fue lo que él dejó en los mios......y volvió dar color a mi incompleta gama cromática....
..hasta el día de hoy....
"El recuerdo es el único paraíso del cual no podemos ser expulsados". Jean Paul
